Sobre mí

MARÍA DEL CARMEN FERREIRA JIMÉNEZ

PSICÓLOGA SANITARIA 

Mi Trayectoria Profesional

Sobre mí

Mi Trayectoria Profesional

Con más de 20 años de experiencia como psicóloga, mi dedicación al acompañamiento a personas en procesos de duelo comenzó hace 15 años, tras el nacimiento de mi primera hija y un importante cambio en mi vida. Fue en la ciudad de Guadix donde inicié esta andadura vital, profundizando en el entendimiento de las emociones humanas ante la pérdida. Desde entonces, mi objetivo ha sido acompañar a quienes atraviesan el dolor del duelo, ofreciendo un espacio de escucha y apoyo para que cada persona encuentre su propio camino hacia su reconstrucción personal, en mi propio centro de Psicología General y Unidad de Apoyo al Duelo situado en Granada. 

En aquel momento mi familia, tenía una pequeña y muy humanizada, empresa funeraria, a la que enseguida me uní con la idea de poder ofrecer atención psicológica a las todas las personas y familiares que perdían a su ser querido, y así  complementar ese perfil humanizado del servicio funerario. Comencé a realizar el acompañamiento en los hogares de las familias dolientes y la atención en el tanatorio, y ahí comenzó mi compromiso con ellas y mi formación especializada en duelo desde ese momento hasta el día de hoy.

Mi camino en la formación en duelo, comenzó en el Centro de Humanización de la Salud, en Tres Cantos, Madrid, donde aprendí a abordar el sufrimiento humano con sensibilidad y respeto. Esta formación inicial fue solo el comienzo de un compromiso constante con mi desarrollo profesional. Posteriormente, me especialicé en duelo, trauma y violencia de género, profundizando en la comprensión de las experiencias más complejas de las personas. También me formé en la terapia EMDR con el Instituto Español de EMDR, una herramienta clave en el tratamiento de traumas profundos y duelos traumáticos.

Mi enfoque siempre ha sido el de seguir aprendiendo para acompañar de manera integral a quienes buscan apoyo, poniendo el bienestar y la recuperación emocional en el centro de mi labor.

Con el tiempo, mi labor fue creciendo, y cada vez impartía más charlas y formaciones sobre el duelo para trabajadores y equipos directivos de empresas funerarias. También comencé a acompañar a familias en sus propios hogares en los momentos más difíciles. Poco a poco, este camino me llevó a abrir mi propio Centro de Psicología y Unidad de Apoyo al Duelo, donde hoy en día ofrezco consultas especializadas a personas en duelo. Actualmente, mi centro se encuentra en la ciudad de Granada, un espacio donde el acompañamiento y el cuidado emocional son mi prioridad.

Pocos años después, comencé a formarme en emergencias y me uní a GIPED (Grupo de Intervención en Emergencias y Desastres) del Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental, así como a ASI (Acción Social por la Igualdad). En este espacio, he brindado apoyo en crisis a familiares de mujeres víctimas mortales de violencia de género y a madres cuyos hijos o hijas fueron asesinados. También he trabajado en el Servicio de Apoyo Psicológico en Crisis para hijas e hijos de mujeres gravemente heridas o fallecidas a causa de la violencia de género. En estas intervenciones, el duelo se entrelaza con situaciones de crisis y emergencias, lo que ha sido una parte crucial de mi trabajo hasta el día de hoy.

Este recorrido me llevó a profundizar en el estudio del trauma y formarme en la terapia EMDR, lo que me ha permitido acompañar a personas que atraviesan duelos profundamente traumáticos, ofreciendo un espacio seguro y especializado para su proceso de reconstrucción personal. 

Con el tiempo, inicié mi etapa como docente en el ámbito del duelo, impartiendo formación a otros profesionales sanitarios a través de Acción Social por la Igualdad, el Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental y diversos centros educativos de la provincia. He abordado temas como el duelo infantil y su manejo en el ámbito escolar, el duelo perinatal y la atención hospitalaria, colaborando con el equipo de obstetricia y matronas del Hospital Materno Infantil de Granada, entre otras instituciones sociales, sanitarias y educativas.

Desde hace tres años, tengo el privilegio de coordinar y enseñar sobre el acompañamiento en duelo en el Centro de Acompañamiento al Duelo de la Diócesis de Granada. Allí, formo a personas que se dedican a acompañar a otras en sus procesos de duelo, y de quienes, cada día, recibo valiosas lecciones de vida.

Me siento una absoluta privilegiada, que va cada día a aprender a vivir a su trabajo, que recibe más de lo que da, que las verdaderas enseñanzas me vienen de las personas a las que acompaño y que con tanta honestidad me comparten su dolor, sus dificultades y sus añoranzas, y a las que también veo renacer, reconstruirse, resignificar su vida y volver a revivir.

No puedo más que estar agradecida.